Por causa del déficit de carne de cerdo en el mercado interno de China, el país incrementó considerablemente las importaciones de todos los tipos de carne. Como consecuencia, aumentaron los precios de todos los tipos de proteína animal, en particular de la carne bovina. No obstante, dicha tendencia que es muy beneficiosa para los jugadores principales del mercado de carne bovina mundial, tales como Argentina, Brasil, Australia, Nueva Zelanda y Paraguay, puede cambiar a la brevedad porque China está en búsqueda constante de nuevos proveedores de carne bovina para bajar los precios y retener la inflación.

En el año 2018 solamente 15 países estaban habilitados para exportar la carne bovina al mercado chino. Hoy en día a China están despachando ya 26 países. Recientemente en el listado de los países habilitados fueron incluidos Ucrania, Rusia, Panamá, Gran Bretaña, Bolivia y Namibia.

A principios del año por causa del foco del coronavirus y bloqueo de toda una serie de grandes ciudades China redujo los volúmenes de sus importaciones.

“Los volúmenes de las importaciones de carne bovina en enero alcanzaron 155 mil toneladas por un importe de 885 millones de dólares, lo que significó una reducción de un 17% en comparación con el mes de enero de 2019 y un 12% en comparación con diciembre”, – informa Beef to China.

Cabe señalar que los más importantes exportadores de carne bovina, tales como Australia y Nueva Zelanda, informaron la reducción del número de cabezas de ganado mayor y, consecuentemente, la reducción de los volúmenes de los despachos de carne al exterior en el año 2020. Australia, por ejemplo, tiene prevista una reducción de un 8% de las exportaciones de carne bovina. Dichos cambios pueden estabilizar parcialmente la situación en el mercado mundial y retener la reducción de los precios.

 

Fuente: meatinfo.ru